lunes, 24 de octubre de 2011

Anotaciones sobre Yoga - Por Victoria D´hers

Yoga proviene de la raíz yuj, Unión, unir -de espíritu y cuerpo, mente y sentidos.

El método trabajado en las clases es el desarrollado por B.K.S. Iyengar, que da prioridad a la buena colocación del cuerpo en las posturas (mediante el uso de elementos), y la posibilidad de sostenerlas gracias al trabajo con la respiración. La exhalación es la forma natural que tiene el cuerpo para expandirse, la inhalación es la entrada natural del aire, sin “tomar” aire sino simplemente dejando que éste entre luego de la exhalación. Las clases semanales aspiran a dar a los alumnos una introducción a las posturas (asanas en Sánscrito), junto con la conciencia de la respiración y la relajación tanto de la mente como del tono muscular con el que vivimos (necesariamente) a diario. Si los alumnos practican en su casa entre clase y clase, entenderán más fácilmente los beneficios de la práctica.

El Yoga es una forma de vida de hace más de 5000 años. Es uno de los seis sistemas ortodoxos de la filosofía de la India.
Las referencias escritas al Yoga más antiguas son los Vedas, que datan del 2500-600 antes de Cristo. En sánscrito, eran himnos para los Arios. Los Vedas más antiguos son los Upanishads. Se traduce como “sentarse próximo a”, y parecen haber sido escritos desde la experiencia profunda de un maestro/Guru a un discípulo. Este paso de Maestro a discípulo es el modo en que el Yoga fue transmitido por miles de años, por eso se abren múltiples modos de seguir el camino.
Los Vedas son himnos dedicados al mundo de la creación. El Katha Upanishad describe el Sí mismo Eterno “Atman” montando una carroza que es el cuerpo; el intelecto, Buddhi es el conductor y el mentor de las riendas; y los caballos representan a los sentidos. Atman no puede ser experimentado por un aprendizaje o “razón”, sin por una realización directa o introspección: “Donde los cinco sentidos y la mente están en quietud, y la razón está en Silencio, ahí comienza el camino supremo… Esto es Yoga, el comienzo y el fin.”
El Mandukya Upanishad, da la teoría de los cuatro estados de la consciencia, que son el despertar, dormir, sueño profundo y un cuarto estado “turiya” que es la realidad. Estos estados se relacionan con la sílaba mística OM, que pronunciamos en la clase.
En sánscrito la O es un diptongo de la A y la U, y la sílaba-tríada se analiza del siguiente modo:
A- estado de vigilia
U- estado de sueño
M- sueño profundo, y
El sonido completo como uno es la realidad.

El Tattiriya Upanishad contiene enseñanzas sobre las cinco capas del cuerpo y los cinco alientos vitales que lo preservan.

Dentro de los seis sistemas, el sistema clásico del Yoga (Raja Yoga) como fue descrito y sistematizado por Patanjali en los Yoga Sutras (donde sutra significa tejido) describe un camino de ocho estadios (ashtanga, ocho miembros, “limbs” en su traducción inglesa; algunos los piensan como pétalos de una flor, es decir que pueden trabajarse simultáneamente y no son necesariamente sucesivos) hacia la iluminación: los cinco Principios Morales Universales (Yamas); las cinco Disciplinas Personales (Niyamas); las Posturas (Asanas); la Respiración regulada (Pranayama); el Retraimiento de los Sentidos (Pratyahara); la Concentración (Dharana); la Meditación (Dhyana) y la Iluminación (Samadhi).

Los Yamas o disciplinas sociales:
-      Ahimsa: no violencia.
-      Satya: veracidad.
-      Asteya: no robar.
-      Brahmacarya: continencia.
-      Aparigraha: no codiciar.
Los Niyamas o disciplinas personales:
-      Sauca: pureza,
-      Santosa: contento.
-      Tapas: austeridad.
-      Svadhyaya: estudio del Sí mismo.
-      Isvara pranidhana: devoción a lo sagrado.

Las Asanas, posturas, implican salud física y ecuanimidad, ligereza y flexibilidad de cuerpo y mente.
Pranayama, control de la respiración o Prana, como flujo de energía.
Pratyahara, control de los sentidos.
Dharana, concentración o atención completa en un único punto.
Dhyana, meditación, como fluido ininterrumpido de concentración.
Y Samadhi, camino interior/interno, “Samyama”, en el que cuerpo y sentidos están en reposo (como cuando se duerme), pero la mente y la razón permanecen alerta, como cuando estamos despiertos.

Para alcanzar el estado más elevado el Yoga plantea un camino de autoconocimiento, hacia la paz en el cuerpo y ecuanimidad en la consciencia.
“Cuando se practica yoga con la inteligencia, penetrando en cada rincón de este imperio que es el cuerpo, se descubre al emperador, el Sí-mismo.”

Más allá de que el objetivo personal de cada uno se acerque o no al de la Iluminación -entendida como una emancipación de los cinco sentidos y comunión con lo Divino-, el Yoga se trata de vivir en armonía con uno mismo y con el mundo que nos rodea. Busca dejar el ego a un lado, aspira a la (siempre frágil) estabilidad, soltando las tensiones que nos “defienden” del exterior. Vivir en armonía no significa ser ajenos, sino… no perder el contacto con lo que nos sostiene internamente, y con lo que creemos es prioritario durante esta vida.

Por eso no hay que confundir las asanas con ejercicios. Cada parte del cuerpo participa solidariamente de cada postura; cada asana vivida como una meditación en sí misma, no buscando llegar a una pose sino permanecer en cada lugar a cada momento, como una persona en su totalidad.

La prioridad es abrir la percepción a lo que efectivamente está sucediendo en el cuerpo-mente-alma-espíritu en el mismo momento de la práctica. Y se logra en el "durante", es decir mientras lo hacemos. Es un proceso, dinámico: cómo nuestro cuerpo empieza a percibirse y qué cambios nos genera eso.

Este proceso, este viaje personal es un destino en sí mismo. Y como muchas veces no podemos evitar compararnos… hagámoslo solo con nosotros mismos y nuestros logros, fruto de la práctica y la disciplina.

viernes, 7 de octubre de 2011

Informe Investigación VEGETARIANISMO




Hace un tiempo con unos colegas nos pusimos a investigar el fenómeno "Vegetarianismo", beneficios, precauciones, estudios realizados en relación al tema, motivos por los cuales adoptar una dieta libre de productos animales.
Aquí los resultados...

http://media.wix.com/ugd/53cc7d_07a83eb83e979e217c3925d621b09249.doc?dn=Informe+Investigaci%C3%B3n+VEGETARIANISMO.doc

martes, 4 de octubre de 2011

OM: Sonido Primordial


OM: letra sánscrita representada por el símbolo que encabeza este texto.
La curva inferior larga representa el estado de sueño, la curva superior es el estado de despertar, y la curva que parte del centro simboliza el dormir profundo y sin sueños. La medialuna creciente es la representación de Maya (en el hinduismo Maya representa la ilusión, una imagen ilusoria, lo irreal, esta palabra proviene del sánscrito “ma-aia” que significa “no-es”). El punto por dentro de esta medialuna, es el estado trascendental. Es por eso que decimos que este símbolo representa el estado en donde el espíritu individual que hay en el hombre atraviesa el velo de la ilusión, descansa en lo trascendental y queda liberado.
El Om es la unión de tres sonidos: a, u y m, se escribe con tres letras, en sánscrito: a, u, y m; y se pronuncia Om; au es la forma en que se escribe el sonido “o” en sánscrito. El Om tiene una secuela, un sonido m que va desvaneciéndose hasta que finalmente se termina en silencio, un silencio que se debe sentir y experimentar.
Las tres letras A, U y M, también simbólicamente, representan la creación, preservación y destrucción. Asimismo, representan los estados denso, sutil y causal respectivamente. Después de pronunciar la palabra Om viene un sonido prolongado, indiferenciado, m-m-m.
El Om es el origen de la creación; es la fuente, el sostén y la fuerza. Es el aliento vital en cada Ser, el Om está en la raíz de todos los sonidos en todos los mundos, representa la vibración primordial de todo el Universo; vibrar con el sonido OM es vibrar con el universo. Cuando se originaron los elementos y se inició la creación, se produjo el sonido Om. Ese sonido es el primigenio y fundamental.
Es el mantra o sonido más poderoso de todos los mantras. Por medio de la meditación en "Om" se alcanza el estado de liberación o "moksha". Se utiliza como un poderoso sonido abstracto (sin objeto de representación) en la meditación. Por medio de la repetición mental de la sílaba "Om" la mente se va volviendo cada vez más firme y estable, sus olas se calman y se deja traslucir el fondo del océano de paz y felicidad infinita. Sus vibraciones brindan un flujo positivo de vibraciones que se sienten en todo el cuerpo.
Por medio de la repetición de este poderoso mantra, las corrientes vitales dejan de funcionar de forma dual, se disuelve la ilusión de separatividad e individualidad, nos hacemos UNO con el universo.
Los sonidos pueden cambiar la estructura química de las células del cerebro.
Pronunciar el OM en grupos tiene regularmente un efecto mejor sobre la paz del mundo en los planos sutiles que las demostraciones por la paz.
Si las crisis planetarias se pueden neutralizar con la ayuda del OM, es entendible que las crisis individuales también puedan sobrellevarse con este sonido. Se puede pronunciar el OM para purificar una casa, un establecimiento o una ciudad, o antes de realizar determinadas actividades, como una meditación por ejemplo. Puede ser entonado en hospitales y centros curativos para proponer la mejoría e incluso la curación del enfermo. El OM se puede pronunciar en todo momento, preferiblemente en las horas del amanecer y del crepúsculo. Debemos invocarlo en el centro del corazón o en el centro de la frente y pronunciarlo de una forma lenta, suave, profunda y de manera uniforme. Produce una resonancia en el cuerpo en su totalidad, que debemos observar. Cuando la vibración se silencia, cantamos el OM de nuevo.
Cuando cantamos el OM, no debemos concentrarnos solamente en cantar, sino hacer una pausa para escuchar el sonido. La emisión es el estado preliminar, después de cada entonación debemos oír a AQUELLO que existe como OM, el OM silencioso. Cuando se hace colectivamente, el efecto es incluso mayor.
Ésta es la voz del silencio, el sonido sin sonido que se oye en el centro cardíaco. La música de la pulsación del golpe del corazón es la resonancia de este sonido no pronunciado. El OM no puede ser comprendido por la mente ni puede ser enseñado. Puede ser observado solamente por medio de la contemplación sobre Él.