La palabra yoga deriva de la raíz en sánscrito yuj que significa unión, comunión. La unión de los poderes del cuerpo, pensamiento y alma a lo divino. El método de yoga Iyengar se diferencia de otras técnicas de Hatha Yoga en varios aspectos, entre los que se destacan: la utilización de elementos y la precisión en la práctica de las posturas (asanas). En las clases se realiza una corrección detallada de cada asana, de forma que el practicante logre un adecuado alineamiento entre las articulaciones, los músculos, la respiración y la mente. Debido a que este alineamiento es difícil para la mayoría de las personas que se inician, el Maestro B.K.S. Iyengar creó una cantidad de elementos (ladrillos, cuerdas, sillas, mantas) que se utilizan para lograr el objetivo. La práctica es intensa pero adaptable a las posibilidades de cada persona ya que el uso de los elementos hace que cada asana tenga variantes aún para alumnos de la tercera edad, embarazadas o gente con problemas de salud. La precisión y la intensidad se logran desde una observación mental permanente. La mente está presente en la práctica y esta presencia nos da calma interior.
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